no es tan sorprendente la idea de un hombre arruinado por los hechos,  por  la vida entera, que está listo para matar a otro hombre. si anduviese por ahí sin sobrevalorar la materia, erguido de pasos severos, y caminara por tu lado ¿lo mirarías aunque sea una vez? ¿dos? ¿ tres veces? si se lo medita en frío, un tipo malogrado que, luego de unas cuantas acciones, no se muestra compungido, podríamos asociarlo con un presente cercano a lo irracional, por lo que no estaría pasando nada diferente. esta es una premisa zen, traída de los pelos, para que  nadie la aclare, digamos, aleatoriamente

No comments:

Post a Comment